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- ESTUDIO DE KPMG Crece el fraude corporativo en Argentina 41% de las empresas son víctimas

ESTUDIO DE KPMG

Crece el fraude corporativo en el país: el 41% de las empresas aseguran ser víctimas de estafas

29-12-2009 / Según un estudio de KPMG, Argentina es el país que más delitos empresarios registra en Sudamérica, seguido por Brasil y Chile. México lidera el ránking de la región.
 
PriceWaterhouseCoopers afirma que el 74% de las firmas sufren delitos y fraudes corporativos
Las cifras sobre delitos corporativos en 2009 señalan un estado de alerta. Por año, en América Latina las empresas pierden un 7% de sus ganancias por prácticas fraudulentas, y el 47% de las compañías no evalúan sus procesos internos. Especialistas analizan las causas del fenómeno delictivo.

Por desinterés, desinformación, por estar atentos a otras cuestiones más urgentes y no de fondo, por la crisis económica internacional y sus consecuencias en el plano nacional, y por la ausencia de medidas preventivas; los fraudes económicos se convirtieron los puntos más débiles de las corporaciones. 
Según la encuesta realizada por PriceWaterhouseCoopers y la Escuela de Negocios INSEAD, el delito económico aumentó en la región. En América Latina, la malversación de activos -la práctica más frecuente- representó el 74% de aquellas empresas encuestadas que admitieron haber sufrido algún tipo de delito económico en 2009. Lo que refleja que en la actualidad el fraude en los estados financieros aumentó de manera significativa, si se lo compara con los resultados obtenidos en los años 2007 y 2005.
El informe señala que el incremento podría deberse a las presiones que sufren los directivos de las organizaciones para alcanzar los objetivos financieros. 
A su vez, los porcentajes relacionados al 'soborno' y 'corrupción' se mantuvieron estables. Sin embargo, en los últimos 12 meses se percibió un ligero descenso de estos delitos. Esta circunstancia se debe a la existencia de regulaciones más estrictas y a la presión ejercida por instituciones como Naciones Unidas y el Banco Mundial, entre otras. 
A su vez, la Asociación de Examinadores de Fraude (ACFE), afirma que anualmente las empresas pierden el 7% de sus ganancias como consecuencia de fraude ocupacional, o sea delitos internos o de empleados. 
Como contrapartida, la ACFE también informa que las empresas que aplican medidas preventivas, como capacitación y concientización de los empleados y mejora en los controles, reducen sus pérdidas en un 50%.

¿SENSACIÓN O REALIDAD? 
Mientras la sensación delictiva aumenta en las evaluaciones de los empresarios, la realidad es que cuatro de cada diez compañías argentinas reportaron haber sufrido fraude en el último año.
Así lo asegura el último informe "Corrupción y Fraude en los Negocios", desarrollado por KPMG Argentina, firma especializada en auditoría, impuestos y asesoramiento empresarial.
Las estafas corporativas, definidas como la traición a las expectativas de trato justo por parte de seres humanos iguales, son un fenómeno creciente en el actual escenario competitivo.
Mientras que el 66% de los ejecutivos considera que podría ser víctima de fraude en la Argentina, el 41% confirma haberlo sido, índice que se incrementó desde el 33% reportado en la encuesta anterior de KPMG de 2003/2004.
El estudio que se realizó para dar a conocer la incidencia y el impacto de esta problemática en el sector privado, abarcó una muestra de más de 1400 directivos de empresas que operan en el país, representativos de diversos sectores e industrias, que registran ingresos anuales desde menos de 10 millones hasta más de 500 millones de dólares y emplean entre menos de 50 y más de 500 empleados.

Todos los informes relacionados al tema, ubican al país como la nación que más reporte de fraudes realizó en lo que va del año en Sudamérica, con un 38%, le sigue Brasil con 24% y Chile con un 22%. El ranking Latinoamericano lo lidera México con un 51% de reportes de fraude.

MARCO Y CONTEXTO. 
No es casual que el índice de delitos se eleve cada año. En su mayoría, casi un 31%, son descubiertos de manera accidental. Esto se debe en parte a la falta de controles y auditorias internas de las empresas, ya que muchas de ellas creen poder controlarlo o considera que no es un problema urgente a solucionar. 
Frente a estos números, Buenos Aires Económico dialogó con tres expertos en Auditoría Forense, el campo especializado en descubrir fraudes y delitos desarrollados en las funciones públicas y privadas.
Joseph Bognanno, Gerónimo Timerman y Samanta Rubio, coinciden alegando que en Argentina no se toman medidas preventivas ante hechos delictivos y que en su mayoría se debe a una falta de conciencia del empresariado.
"Uno de los problemas fundamentales es tomar conocimiento de la problemática. Hace diez años atrás cuando hablaba con empresarios sobre fraudes corporativos, le restaban importaba el tema. No lo veían como un riesgo en sus negocios. Hoy ese punto cambió. Si bien falta mucho para que entiendan el gran impacto que genera en sus finanzas, la falta de control interno, ahora lo consideran como un riesgo", cuenta Gerónimo Timerman, socio a cargo de Forensic Services de KPMG para el Cono Sur.
Es cierto que al identificar un peligro en el negocio, se pueden tomar medidas para minimizar o evitarlos. 
Timerman, al respecto, agrega que es más caro investigar que prevenir. "Antes, invertir un 10% de las ganancias en gastos de marketing era considerado superfluo o no estaba contemplado. Lo mismo sucederá con los fraudes y las auditorías. Las medidas preventivas no sólo ayudan a mejorar el negocio, sino a mantener la credibilidad e imagen de la empresa".
Por su parte, Samanta Rubio, gerente de Forensic Services de PricewaterhouseCoopers, y responsables de la última encuesta global sobre delitos económicos en América Latina, señala que "el notable incremento del fraude en los estados financieros que muestra la encuesta podría deberse a las presiones que sufren los directivos de las organizaciones para alcanzar objetivos económicos muy ambiciosos. Parece evidente que cuando la supervivencia financiera de la organización o del individuo está en juego, la línea que separa el comportamiento aceptable del inaceptable puede volverse borrosa para algunos individuos".
La especialista de PWC, recomienda que las compañías incorporen un mayor conocimiento de los riesgos del fraude. "Es aconsejable el monitoreo y desarrollo de controles, para descubrir y prevenir los delitos económicos y en consecuencia minimizar los daños que podrían ocasionar", advierte Rubio.
En el mismo sentido, Timerman afirma que la falta de control interno es la principal debilidad. "Los actos de corrupción que son cometidos, en su mayoría -un 53% de los casos-, son llevados a cabo por un miembro de la propia empresa".
Por su parte, Joseph Bognanno, director de Auditoría Forense de SMS y ex Asesor Financiero Senior del Tesoro de los Estados Unidos, cuenta que el fraude es un problema que lleva décadas. "Se trata de un tema histórico que se ha exacerbado en los últimos años a raíz de la crisis económica local y mundial. El problema principal radica en que las empresas no cuentan con especialistas o personal dedicado a la prevención de fraude, lavado de activos y demás amenazas, ya que especulan con rehuir de las estadísticas. Prefieren no invertir en una actividad que, en apariencia, no es redituable y creen que la velocidad de la pérdida ocasionada por fraude, malversación y sanciones,  puede superarse con una mayor velocidad en la generación de ganancias".
Bognanno, hace una diferencia entre las empresas que implementan planes y controles antifraude y antilavado. "Existen dos modalidades. Están las que poseen pautas morales muy estrictas y tienen una cultura corporativa de tolerancia cero, y por ende, incluyen la prevención en su modelo comercial. Y están las que lograron hallar estrategias ingeniosas que combinan la prevención con la generación de ganancias o la reducción de costos. Hallar esa combinación es esencial para aplicar prácticas sensatas que minimicen los delitos corporativos y aseguren la estabilidad de la empresa y la economía", detalla.

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN. 
Según los especialistas, hay diversas maneras de abordar los delitos.
Timerman menciona tres enfoques: Preventivo (invertir en un plan de auditoría integral); Detectivo (donde se utilizan sistemas para detectar y analizar) e Investigativo (que es la manera de responder ante la malversación)
"En lo preventivo hay que invertir. Se pueden relevar los procesos de negocios para poder identificar los fraudes internos como externos. Y cuáles son los indicadores que tienen esos delitos para luego implementar controles y actuar", especifica el socio de KPMG.
Las distintas estrategias que hoy se implementan, son efectivas y no exigen grandes inversiones de dinero. Esto es si se lo compara con las pérdidas que acarrean los fraudes, de no abordarlos a tiempo.
"Una empresa que no controla corre mucho más riesgo, independientemente del sector que ocupe en el mercado, y de su tamaño. Como primera medida para atenuar el riesgo es necesario aplicar cambios prácticos y procedimientos operativos, tales como la separación de tareas, rotación de funciones, controles cruzados, controles periódicos y sorpresivos, y finalmente, programas con Hot Line y/o “whistleblower”, revela Bognanno para evitar traiciones imprevistas.
Si bien la clave es el monitoreo, para que éste sea eficaz, los especialistas consideran que deben existir otras prácticas que faciliten la prevención y la detección. Utilizando, por ejemplo, el modelo COSO del SEC, que incluye un entorno de control, evaluación de riesgos, actividades de control, información y comunicación. "Tampoco puede omitirse la importancia de la fiscalización interna (independiente de la auditoria), la evaluación de controles internos, el establecimiento de códigos de procedimientos, una cultura corporativa y un código de ética que se refleje en la actitud de los ejecutivos" señala el experto de SMS. 

FRAUDE CRIOLLO. 
Se sabe que Argentina es un país con un gran potencial creativo, pero también es conocido por su semillero de vivezas cotidianas. Y así lo confirman los expertos.
"Actualmente se están viendo muchos fraudes a los estados contables. Los trabajos de investigación apuntan allí. Los malos resultados económicos originados por la crisis internacional, obligaron a muchas empresas a 'dibujar' sus contabilidades para mostrar otra realidad. Otro sector que se presta a estas actividades es el área de compras. Por problemas de cashflow, las empresas extienden el pago a proveedores a 120 días. Es ahí, que es muy frecuente que los proveedores negocien con Tesorería el pago anticipado. Por el trámite, están dispuestos a pagar hasta un 2% del monto de la factura a alguien del área", revela Timerman.
Al respecto, Joseph Bognanno define al panorama local como 'especulativo', pero distingue que no es una práctica exclusiva del país.  
"Argentina sigue una estrategia típicamente especulativa, ya que piensa que podrá zafar. Esto proviene de una cierta resignación a la creencia de que 'el fraude aquí es inevitable' o que 'cuando los demás empiecen a tomárselo en serio, yo haré algo'. En un contexto donde las autoridades mismas no pueden o no quieren abordar el tema con seriedad, la tendencia del sector privado es no hacerlo tampoco. Creo que esta actitud es muy perjudicial. Sin embargo, este problema no es un síntoma exclusivo de la Argentina. Basta mirar los casos crecientes de fraude, como WorldCom, Enron y Madoff, para darse cuenta de que en los últimos años hubo muchos que creyeron que con medios delictivos se lograban buenos resultados", cuenta el auditor de SMS.

EL IMPACTO DE LA MALVERSACIÓN.
 La marca indeleble que puede ocasionar la práctica de estos hechos delictivos, no solo recaerá en lo patrimonial, sino también en la imagen empresarial.
Para comprender el efecto negativo en las economías locales y mundiales, sólo hay que pensar en la reciente crisis financiera, en la ausencia de controles del sector privado y en la falta de aplicación de la ley por parte de las autoridades regulatorias.
"Creo que, tarde o temprano, será el sector privado quien exigirá y ejecutará mejores controles de prevención, pues si nuestro entorno está infectado, todos acabaremos contagiados", finaliza Bognanno.

LO QUE HAY QUE SABER...

  • El 24% de los fraudes reportados en América Latina fueron detectados por el área de auditoría interna (contra un 17% a nivel global), el 21% a través de denuncias internas y el 6% a través de evaluaciones de riesgos.
  • El costo de una investigación representa entre el 10 y el 15% de la inversión.
  • En Argentina, el 30,52 % de los delitos fue descubierto accidentalmente.
  • Según la encuesta de KPMG, el 80% de los consultados considera que las compañías con las que compiten ignoran conductas éticas para lograr sus objetivos generales. En idéntico sentido, coinciden en que su organización podría ser afectada por una conducta delictiva del 66%.
  • Las industrias más afectadas son las Manufactureras, de Servicios Financieros, de Energía y Recursos Naturales, Alimentos y Bebidas y la Farmacéutica.
  • Las tipologías más utilizadas son: Apropiación indebida de activos (con el 62%), Corrupción (24%) y los Estados contables fraudulentos (1%).
  • El 97% de las empresas desconoce haber sido víctima de fraude informático.
  • Los más proclives a cometer delitos son los hombres con un 97%.
  • Los principales móviles del defraudador son: Oportunidad (39%), Ambición (33%), Problemas económicos (15%), Resentimiento con la compañía (7%), otros.
  • Una empresa con ventas de 100 millones de pesos, pierde 7 millones por año a causa del fraude.
  • En líneas generales, las organizaciones víctimas no logran recuperar las pérdidas ocasionadas por las conductas delictivas.

MARINA PAGNUTTI 

Autor: Ricardo Ruette

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